Escribir estas primeras palabras ha sido difícil, no he sabido encontrar la manera más apropiada, pero he mirado por mi ventana, he levantado la mirada y he vislumbrado el cielo azul celeste, mi retina se ha iluminado con la luz solar, tal vez, y sólo tal vez, he sentido rejuvenecer 15 años, las palabras han comenzado ha fluir.
Esbozo una sonrisa de ternura al recordar instantes, por todo lo que ha significado o significa para mí escribir en este blog.
En aquella época, vivía con un maltratador, ya no estaba enamorada, pero continuaba bajo su yugo. Nunca me pegó, pero sí me levantó la mano, su maltrato era el peor que puede sufrir una persona. Escribir este blog me liberaba, construí un muro de paz, construí relatos, historias, amistades, relaciones sociales e incluso me enamoré y me descubrí al mundo.
Mi vida personal era caótica, conseguí salir de aquella relación, pasé por dificultades económicas, mi trabajo no me daba para vivir, por desgracia, actualmente muchas familias están pasando por lo mismo que yo, pero cuando yo lo viví no era habitual, era inmensamente pobre, no tenía para pagar la factura de ADSL, me cortaron internet en casa, no tenía dinero para pagar el teléfono, cortaron el suministro, no podía llamar a nadie, sólo podía recibir llamadas, pero me las iba arreglando para seguir escribiendo y como pude fui sobreviviendo.
Tuve la suerte que muchas amigas y amigos me ayudaron, es algo que no puedo olvidar. Mi casero pagaba la luz, agua y gas y como pude se lo iba pagando. Hasta que llegó un momento, en que la deuda con mi casero (un ángel) era enorme. Caí enferma, durante dos días no pude levantarme de la cama, estaba sin fuerzas, así que llamé a mi madre y le dije que volvía a Barcelona. Mi hijo mayor marchó seis meses antes que yo enero del 2014, se fue a vivir con su padre a Barcelona, mi hijo menor y yo regresamos a Barcelona en julio del 2014, por suerte con un trabajo bajo el brazo.
No me despedí de nadie, sin más, me fui, regresé a Barcelona, tuve que dejar atrás Extremadura, ¡¡cuánto extraño mi tierra!!!
De aquella época, me quedó el buen sabor de la amistad y el mal sabor de la miseria.
Hoy, vivo tranquila, sin miseria, pero tampoco sin riqueza.