5 de enero de 2022

Las Desiertas Abarcas


En un día como hoy, en un día como mañana  seis de enero. Para tener los pies en la tierra recomiendo este maravilloso poema de mi admirado Miguel Hernández, espero que te guste.



LAS DESIERTAS ABARCAS



Por el cinco de enero, 

cada enero podía 

mi calzado cabrero

a la ventana fría.


Y encontraban los días

que derriban las puertas,

mis abarcas vacías,

mis abarcas desiertas.


Nunca tuve zapatos,

ni trajes, ni palabras:

siempre tuve regatos,

siempre penas y cabras.


Me vistió la pobreza,

me lamió el cuerpo el río,

y del pie a la cabeza

pasto fui del rocío.


Por el cinco de enero,

para el seis, yo quería

que fuera el mundo entero

una juguetería.


Y al andar la alborada

removiendo las huertas,

mis abarcas sin nada, 

mis abarcas desiertas.


Ningún rey coronado 

tuvo pie, tuvo gana

para ver el calzado

de mi pobre ventana.


Toda la gente de trono, 

toda gente de botas

se rió con encono

de mis abarcas rotas.


Rabié de llanto, hasta

cubrir de sal mi piel,

por un mundo de pasta

y unos hombres de m iel.


Por el cinco de enero,

de la majada mía

mi calzado cabrero 

a la escarcha salía.


Y hacia el seis, mis

miradas

hallaban en sus puertas

mis abarcas heladas,

mis abarcas desiertas.


MIGUEL HERNÁNDEZ

No hay comentarios:

15 años

Escribir estas primeras palabras ha sido difícil, no he sabido encontrar la manera más apropiada, pero he mirado por mi ventana, he levantad...