Sus cabellos plateados recogidos sutilmente, que ya no se molestaba en peinar, aquella melena que en sus años de moceo era larga y negra azabache, color noche decía ella. -
mi pelo crujía Lidia- aseveró Aurora.
- y qué quiere decir eso yaya?- le preguntó aquella niña canija de piel cetrina y enormes ojos negros, que la escuchaba atentamente.
-de tan bonito y sano que lo tenía, cualquier movimiento del viento, mi cabello al deslizarse por mi espalda sonaba como un crujido- mientras lo decía sonreía- no como ahora que lo tengo amarraó con media horquilla y mira- dijo moviendo la cabeza de lado a lado-fíjate no se mueve-Abuela y nieta continuaron riendo.
La abuela tenía unos golpes de humor proporcionales a su gran temperamento, como buena andaluza.
La niña intentaba imaginar a su abuela, siendo aquella mocita.
Pero preguntó: - yaya, cómo eras antes de conocer al yayo?-
La abuela sonrió, y enlazaba una historia con otra, su etapa de pastora de cabras, de lo varonil que se mostraba en las tareas del campo con apenas 7 años.
La puntería que tenía, que era capaz de acertar a cualquier objetivo con cualquier piedra que se encontrara en el camino. Era de formas poco femeninas, tal vez rudas, pero es que se movía entre animales, y sus hermanos eran muy brutos y tuvo que espabilarse.
Era con la única hermana que no tenían valor de tomarla el pelo, porque su puntería era conocida, la habían padecido.
Cuando sus padres iban a regañarla por haber pegado a sus hermanos, rauda salía corriendo hacia la sierra y no daban con ella.
Así que por miedo a que la niña un día diera un mal traspiés en aquellas huidas, que no había quien la alcanzara de tan rápida que era, pues la aceptaban y la respetaban.
Creo que eran 12 hermanos.
Ella era el ojito derecho de su padre. A todas partes le acompañaba. Vamos un varón más de la casa.
Llegó su adolescencia, y aquella niña se convirtió en una mujer muy bella, era muy alegre y siempre danzaba por las callejas del pueblo mientras no dejaba de canturrear.
Se paraba en la misma fuente de todos los días a beber agua, un día allí estaba: un Ramito de violetas, miró hacia un lado y al otro y no vio a nadie, no las recogió pensando que las habían dejado olvidadas.
Al día siguiente volvió a la misma fuente, y volvió a encontrarse otro ramito de violetas, recién cortadas no eran las mismas del día anterior.
Así que, durante unos días a la misma hora y mismo lugar se encontraba aquel ramito de lila flor.
.Por lo que empezó a creer que eran para ella.
Volvió como siempre a la fuente, las volvió a ver, no las recogió , pero se escondió detrás de unos matorrales.
Esperó paciente y vio quien salía de su escondite para llevarse el ramito, pudo ver la persona que le dejaba cada tarde a la misma hora aquel ramito. Regresó como de costumbre a la fuente, y allí estaba de nuevo, otro ramito de violetas estaba esperándola, entonces lo cogió.
- así fue durante muchos años, todos los días, nunca faltaba mi ramito- mientras decía esto, bajó levemente la mirada.
-entonces que pasó abuela con aquel muchacho- preguntaba su nieta, con cierta intriga
.-como nunca se atrevió a hablarme, en aquellos entonces las mujeres no tomábamos la iniciativa,ya me iba haciendo mayor, un día apareció tu abuelo y me cortejó, y ya conoces la historia- dijo mientras tenía la mirada perdida en el ayer.
- qué fue de él, se casó? Abuela lo volviste a ver cuando volviste al pueblo ya viuda?
- lo que supe de él fue al tiempo de casarme con tu abuelo, se fue a la guerra, y cuando volvió al pueblo ya no me encontró, me dijeron que nunca se casó, que se encerró en su finca.
Se convirtió en un ganadero muy importante.
Hace unos años nos volvimos a ver, y no se atrevió a saludarme, bajó la mirada y siguió su camino.
Hace tres años que falleció- tomó un pañuelo y se secó las lágrimas que asomaban por sus ojos.
Aquello le enseñó a su nieta, que hay historias que jamás se pueden olvidar...que su abuela había sido amada en silencio por aquel mozo del pueblo, y que fue tan grande aquel amor, que duró hasta el último de sus días...
1 comentario:
Hoy he estado hablando con mi abuela!!! No recuerda el hoy, pero no olvida ni un minuto de su ayer!!!
6 años duró nuestro noviazgo me ha confirmado!!!
He intentado contarlo tal y como ella me lo contó, mi tía se ha enterado de esta historia hoy mismo... Hemos reído las tres.,,,
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