-Qué hago conmigo?- preguntó sin retirar la mirada de la puerta.- es que no entiendes que soy incapaz de cerrarla- reconoció, levantándose bruscamente, dio varios pasos...
Sus dedos se deslizaron por el pomo de la puerta, pero no encontraba las fuerzas para impulsarlos, ya que si cerraba definitivamente la puerta, tenía la extraña sensación que quedaría encadenado para siempre a todos los silencios bien interpretados, que por fin se habían atrevido a desentumecer.
-no puedo hacer nada más de lo que hecho está, ni decir más de lo que no hemos dicho- asintió Lara, mientras retiraba su cabello del rostro, lo tenía alborotado. Intentaba reponerse emocionalmente, era una manera como cualquier otra de ponerse en situación...aunque no lo verbalizaba, estaba agotada, sentía un peso insoportable en sus párpados, incapaz de levantar la mirada, para no ver lo que sería aquel último instante... Notaba en sus hombros esa extraña sensación de saberse en la certeza de estar en un invierno infinito, esa gélida emoción que te hace temblar
.-Lara, no, yo... Es que yo... Es que soy incapaz de olvidarte... ... - sólo podía balbucear, un suspiro volvió a enmudercerle- tomó aire, notaba que los ojos de la joven se clavaban en su nuca...- Lara!!!!..-dijo bajando la cabeza,mordió sus labios con rabia volviéndolos a abrir para callar su conciencia, - Sólo lo sabe quien así lo sintió-...confesó... cruzando el umbral cerrando la puerta tras de sí..
.Sus pasos por aquel pasillo rompieron el amargo silencio.
-encontré las fuerzas para mirar cómo te vas- gritó la joven, llevando sus manos a la boca, para que no pudiera oirla, restableciendo la nada en aquella habitación de paredes púrpuras.
De vez en cuando, coinciden en la playa...cuyas olas arrastran la espuma hacia la inmensidad azul del mar.
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