
Hay días que es mejor no levantarse, esta mañana nada más levantarme y mirarme en el espejo, lo presentí, es mi sexto sentido, nunca falla.
La mañana ha transcurrido como siempre, exceso de trabajo, estrés, y mi lumbalgia que lejos de mejorar empeora.
Al mediodía ha comenzado la tragedia "griega".
He recibido contestación de Iberdrola, diciendo que la avería de mi lavadora, cuya reparación asciende a 364,75€ no es cosa de ellos, que aunque sí reconocen la avería, consideran que no tienen nada que ver, pues bien, yo considero que tener una alta de red de 260 W no es lo normal, y gracias a que no se me fastidien más electrodomésticos, a parte que tengo un seguro que se hace el remolón, y del que recibo amenazas de echarme constantemente (lo cual no me importa lo más mínimo) cuando tengo que reclamar estas averías, que no es la primera y la última.
NOTA: " No contratéis seguros NORTE HISPANA jamás, aunque en las condiciones generales tengo reflejado que tengo cubierto daños eléctricos, pues nada...tengo que luchar y gastarme mis eurillos en llamar, llamar y rellamar, y lo peor del caso es tener que enfadarme como me enfado, y llevarme los disgustos como los que mellevo".
Termino de comer, y marcho al tajo, hoy pega el calor de lo lindo, y yo con mangas largas!!!, me tocaba trabajo de campo, ir de aquí para allá con un coche, que cualquier día me deja tirada, y dios gracias que me lo dejan por las tardes...
Tras ir como las locas toda la tarde, finalizo mi jornada laboral placidamente, con la satisfacción de haber sido productiva "hartamente". Me da una iluminación, de esas que yo denomino IMPULSO, y llamo a la peluquería "Adela Peluqueros"
-Hola Adela, soy Lídia, puedes cogerme???-
-Pues creo que sí, pasaté-
-Uys genial, oye que quiero cortarme el pelo, que parezco una leona-
-jejeje-Ríe-Venga te esperamos-
Qué ilusionada, tengo cita!!!!, ays pobre de mí, no sabía lo que me estaba esperando.
El peluquero y peluquera son mis caseros (voy siempre allí para cortarme el pelo, porque es el mejor sitio que puedes ir en Plasencia, si realmente no quieres llevarte una trasquilada, en vez de un escalado).
Me reciben con una sonrisa, las preguntas de protocolo, qué tal los niños, qué tal el trabajo, qué tal te va la vida....
Ay de mí, si me lo huelo.!!!...
Con tijera en ristre se aproxima Javier, y comienza a allanar el terreno:
-Oye Lídia, que me he enterado que te ha tocado una vivienda de la Junta-
-Uys sí, estoy muy ilusionada, al final he tenido suerte..-
Me interrumpe...
-Verás es que tenemos que hablar...- Ahí ya comienzo a mirarle a través del espejo, hasta ahora estaba viendo como movía la tijera para arriba y para abajo, menuda habilidad tiene el bicho!...
Prosigue, sin que le tiemble la voz...
-Verás es que necesito el piso para ya, vas a tener que irte-
Le miro perpleja, las mariposas en el estómago comienzan a revolotear, sin yo poder remediarlo, e intentando controlar mi mal genio y con una sonrisa le digo:
-Verás, no me dan el piso hasta el 2010, Javier-
-Ya pero yo necesito el piso ya, es que quiero meter a otra persona-.
Claro que quiere meter a otra persona, quiere cobrar mucho más de alquiler.
Mientras me contaba esto, las mariposas habían desaparecido, había conseguido dominar mis nervios y templarme, procedo a realizar mi contra replica, muy decidida y convincente (creo):
-Pues como entenderás, no me vas a echar a mí, quedandome 3 años de contrato, para meter a otro, no me voy a ir Javier, hasta que no tenga mi piso no me voy-.
Le he llamado inhumano, pero con una sonrisa, no creo que haya cambiado de opinión, porque mientras pagaba religiosamente, y dirigía mis pies a polvorosa, me lanza su coletilla de "tenemos que hablar detenidamente"...
Le guiño un ojo, le sonrío y desaparezco " pies para qué os quiero".
Mientras iba bajando las escaleras comienzo a hundirme y a comerme la cabeza, no creo que sea capaz de echarme cuando me queda menos de un año para que me den el piso, y aún teniendo 3 años más de contrato, pero estoy destrozada, y muy desanimada, hoy no ceno.
Pero como todo no va a ser malo, hoy he recibido por fin mi carné del partido, con carta adjunta de Leire, y eso al menos me ha hecho ilusión, en un día en el quepuedo decir, que he sonreido, pero no de alegría.