María recibió una llamada inesperada, al otro lado del hilo telefónico estaba Fred, con el que había compartido risas e historias, pero que no había olvidado. Nunca pidieron nada más, ni nada menos.
Han pasado más de dos años, pero todavía, en la memoria de María, las palabras de Fred , sus historias y simples anécdotas del día a día...
Han pasado más de dos años, pero todavía, en la memoria de María, las palabras de Fred , sus historias y simples anécdotas del día a día...
Él no puede imaginar que María, en sus momentos más duros, fríos y oscuros, sus labios dibujan una sonrisa recordando las historias de Fred.
¿Cómo olvidar cuándo y cómo le contabas aquella vez que pillaste a una pareja de la Guardia Civil haciendo batallitas, cual maestro Jedi en Star Wars, con espadas láser incluidas, y en plena noche?.
Por aquellos instantes blancos…por las horas que robaron a sus sueños, y por sus limpias despedidas.
Por aquellos instantes blancos…por las horas que robaron a sus sueños, y por sus limpias despedidas.
2 comentarios:
Y es que son esas llamadas inesperadas las que te llenan los instantes...
"Nada más y nada menos"
;)
Un beso, preciosa :)
Nunca pidieron nada más ni nada menos.
Lejos me lo fiáis amigo Sancho
Es como mucho.
Pikitos múltiples
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