Michelle Obama Estilo en La Casa Blanca...Apoyando a Jovenes Diseñadores...

La adopción de pies a cabeza del mítico "estilo Jackie" por parte de Michelle Obama. Desde el peinado hasta los vestidos sin mangas, pasando por las infaltables perlas y los tailleurs.
Las miradas del mundo del diseño estuvieron puestas en en look de Michelle Obama quien, lejos de decepcionar, siguió enamorando a quienes gustan de su estilo y ella misma dijo que su forma de vestir tiene que ver con las ideas de su marido, el ahora Presidente de los Estados Unidos: innovadoras y prácticas, pero con un sello particular.

La vida y la personalidad de Michelle Obama han sido el centro de atención de muchos.

Para algunos, es una mujer "sencilla, audaz y atractiva".

Otros la acusan de "resentida, liberal y elitista".

La mayoría de estas descripciones son engañosas y nacen del desconocimiento de la señora Obama, quien trató de mantenerse fuera del escenario durante la carrera política de su marido.

El elegido fue Jason Wu, en color marfil, con pequeñas rosas de organza y cristales de Swarovsky, el modelo brilló en medio de la pista de baile. De esta manera, se cumple el pronóstico: apoyará a los jóvenes diseñadores, sobre todo aquellos que tienen una mirada multiétnica.

Y la pregunta del millón es, cuando las expectativas son tan altas, cómo hacer para no defraudarlas una vez instalado Barack Obama en el Despacho Oval

SU HISTORIA DE AMOR:

Barack Obama conoció a Michelle cuando ella ocupaba un alto puesto en una prestigiosa oficina de abogados en Chicago.

Él, a pesar que era un becario, la invitó a salir varias veces hasta que ella aceptó cuando la invitó a una de las reuniones que el organizaba en comunidades pobres.

Michelle y Barack Obama se casaron en 1992. Según ha admitido la propia Michelle, le robó el corazón la manera en que Obama "conecta con la gente".

La relación que tienen entre ambos es muy buena y se nota a leguas la complicidad y el cariño que se tienen, algo de lo que pueden estar celosas otras parejas de políticos.

"Barack y yo, como pareja, amigos y amantes, nos complementamos en muchos sentidos.

Lo que más me gusta es tener a Barack a mi lado y viceversa, ya sea ver cómo me regala una sonrisa, cómo cautiva a su público o cómo habla a mayores de edad en una residencia", dijo a Ebony.

Se dice que ella no sólo lo baja del pedestal, sino que también logra hacerlo reír como nadie. Una de las bromas favoritas entre ellos, es la imagen que le dan los medios de comunicación como una "mandona".

Lo cierto es que tiene un inusual sentido del humor, que desgraciadamente no tiene tanto éxito en público, como lo tiene con su esposo.

Bromea por ejemplo de los ronquidos del candidato, de su físico, de "extraño" nombre.

Para Obama, ella es la "roca" que le da perspectiva a su vida.

"Me has decepcionado"

Los conocidos de la pareja, que ahora no hablan con la prensa, dicen que una de las características que más le gusto de Michelle a Obama fue su "normalidad". Al contrario de la "infancia caótica" del senador, su esposa tuvo una vida muy estable.

Creció en el seno de una familia de clase media en el sudeste de Chicago. Su padre, quien sufría esclerosis múltiple, fue empleado de la compañía municipal de agua y un demócrata convencido. Su madre era ama de casa y se encargaba que sus hijos hicieran la tarea y no vieran demasiada televisión.

Mi principal trabajo (como posible primera dama) seguirá siendo, con toda honestidad, el de madre .

Según un reportaje de la revista Newsweek, su padre, quien murió en 1991, fue una importante influencia en la vida de Michelle.

Cuando los hermanos hacían alguna travesura, el padre nunca levantaba la voz, pero les decía "estoy desilusionado". Esas eran las palabras que más temían.

Ambos padres tenían grandes sueños para sus hijos, y tanto el hermano mayor Craig, como ella, terminaron estudiando en Princeton, una de las universidades más prestigiosas de EE.UU.

Su tiempo en la universidad, sin embargo, no fue del todo fácil. Ahora la mayoría de los datos sobre ese tiempo, incluyendo su tesis doctoral sobre el racismo, están bajo llave.

Pese a sentirse en un ambiente extraño y muchas veces hostil, Michelle se graduó en Sociología y logró obtener un lugar en la Universidad de Harvard para estudiar derecho.

Vida profesional

Cuando se graduó consiguió un trabajo en la prestigiosa firma de abogados Sidley & Austin. Ahí se dedicó a los casos sobre derechos de autor y marcas registradas.

Sus críticos enfatizan que esta opción de carrera refleja que Michelle no tiene deseos de ayudar a la comunidad.

Sus amigos recalcan que después de trabajar varios años dejó el generoso salario por la vida pública y aunque no le pagaban bien, trabajó con el alcalde de Chicago Richard Daley en el departamento de Planificación y Desarrollo.

Tanto Michelle como Barack estudiaron derecho en Harvard.Después de que Obama fue electo como senador, Michelle se convirtió en la vicepresidenta de Relaciones Rxternas del Hospital de Chicago, donde nuevamente comenzó a ganar un gran sueldo.

Dejó este puesto temporalmente para dedicarse a la campaña, aunque las conexiones con su trabajo han pasado a ser uno de los talones de Aquiles de la esposa del candidato demócrata.

Varios informes de prensa, que también utilizan los republicanos, aseguran que este hospital intenta que no lleguen a sus puertas los pacientes más pobres y sin seguro médico.

En medio de tantos rumores y especulaciones es difícil saber qué es verdad, pero este será un tema que seguirá dando vueltas.

El problema es que Michelle ahora está en el centro de la atención y cualquier cosa que diga o haga puede ser malinterpretada, especialmente por los conservadores que no pierden oportunidad para criticar a Obama y por lo tanto a su esposa.

Críticas

Una de las lecciones más duras para Michelle fue en febrero, cuando dijo en alusión a la campaña de su esposo que "por primera vez en mi vida adulta, estoy realmente orgullosa de mi país porque se siente que la esperanza está retornando".

En un segundo salieron los comentaristas republicanos para criticarla en televisión, radio e internet por "flata de patriotismo".

Pocas cosas han enfurecido más a Barack, quien salió a decir que "si tienen diferencias conmigo en cuanto a políticas deben debatir conmigo. No con ella".

"Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice. Cuando alguien es candidato a la presidencia o cuando se es la esposa del candidato, todo lo que uno diga será examinado y a menudo mal interpretado", aclaró Michelle después.

Desde entonces, la mujer de Obama ha aprendido muchas cosas. Sus discursos son ahora más positivos, para no parecer resentida o poco optimista.

Tiene además un equipo de asesores que controlan cada movimiento y palabra que dice. Su vestimenta incluso ha cambiado y ahora utiliza un estilo que los diseñadores han comparado con el de Jacqueline Kennedy.

El vestido que uso Obama en el programa The View, provocó una inmensa demanda.

Los asesores de campaña se dieron cuenta además de que tenían que contrarrestar la imagen que habían creado de ella los conservadores y permitieron que apareciera en algunos programas televisivos como The View, de ABC, donde un grupo de mujeres discute los temas de actualidad.

En ese programa cautivó a la audiencia y dicen que el modelo de vestido que usó, diseñado por Donna Ricco, se vendió como pan caliente al día siguiente. Y es que al igual que tiene detractores, Michelle es admirada por muchas mujeres porque ella ha logrado compaginar las tareas de su casa con el trabajo, sin descuidar su apariencia.

Al igual que su esposo, ella ha ganado un lugar entre las mujeres "más atractivas" de EE.UU, y aunque algunos extrañan la "frescura" que Michelle mostró al principio de la carrera electoral, esta mujer de 44 años es capaz de reunir muchedumbres cuando visita algún estado, aun cuando aparece sin Barack.